Una aventura con el corazón
“En 1992 comenzamos la restauración de esta joya arquitectónica del siglo XVII, finalizando las obras en 1996. Cada decisión respetó la esencia de la Casa de Ponte, un edificio histórico que demandaba conservar su sobria elegancia y su legado único. Nuestro objetivo siempre fue honrar su pasado mientras le dábamos una nueva vida.”